lunes, 13 de abril de 2015

Al lado del ratón...

¿Conocéis el ratón de Getaria? Así es como se le llama al monte de San Anton.

Siempre me ha gustado, desde pequeña. La forma con la que se ve de lejos... desde Zarautz en primera fila pero los días más claros, se aprecia perfectamente hasta desde el Paseo Nuevo de Donostia.

Pero al pueblo de Getaria le tengo cariño por muchas más razones. Cuando era pequeña una de mis mejores amigas tenía allí la casa de veraneo, y si mi memoria no me falla fuimos un par de veces: anduvimos en barco, dormíamos en el ático, paseábamos por sus calles adoquinadas arriba y abajo...

Me gustaba Getaria por su olor pausado a pueblo pescador, a mar y monte, a comida de la muy buena... pero todo sin prisas.

Ahora hay que añadirle una nueva esencia al pueblo: el olor del glamour. Puede que para algunos no conjunte del todo pero para mí le va perfecto. Porque Getaria ha dado hijos ilustres, grandes entre los grandes. No en vano Elkano fue el primero en dar la vuelta al mundo allá por 1522.

Sin embargo, el hijo ilustre que se ha hecho amo y señor de la villa ahora es otro: nada más y nada menos que el gran Cristobal Balenciaga. Después de años de idas y venidas, por fin se ha abierto su Museo.
 Poco queda por añadir del maestro entre los maestros. Sus creaciones hablan por sí solos. Simplemente desprenden magia.





Y, ¿a qué huele la magia? Pues con un poco de vergüenza admito que aún no lo sé, pero seguro que el día que me encuentre entre esas cuatro paredes me encantará. Prometo que será más pronto que tarde.

Creo que a vosotros no os tengo que lanzar ninguna invitación, más de uno ya estará con los dientes muy largos desde hace tiempo. Soy consciente de la suerte que tengo con mi proximidad.

Para los que no lo conocíais, ha sido un placer enseñaros uno de mis rincones favoritos de nuestra costa. Porque si antes ya era perfecto, ahora lo es mucho más.



Besos!! 

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